Una refugiada salvadoreña ayuda a que otras mujeres logren la independencia financiera

Cuando llegó a Guatemala, Alma se sentía sola y desamparada. Pero superó su dolor y ahora lidera un grupo de ahorros para las mujeres de su comunidad.  

Para Alma, una salvadoreña de 35 años, lo peor del exilio fue la soledad. Ella tuvo que huir de su país para salvar su vida, pues las pandillas habían tomado el control de su comunidad y las amenazas de muerte eran constantes.

En Petén, zona en el norte de Guatemala donde encontró protección, era una desconocida. Abrió un pequeño taller de confección como el que tenía en su país, pero no logró integrarse con su comunidad de acogida.

Hasta el momento en que pudo solicitar la condición de refugiado, estatus que le dio la posibilidad de residir legalmente en Guatemala, abrir una cuenta bancaria y tener acceso a servicios de salud y educación. Y lo más importante: no ser devuelta a su país.

También recibió apoyo económico para su emprendimiento y participó en actividades organizadas por la alcaldía local, para la integración y generación de medios de vida entre mujeres guatemaltecas y refugiadas.

Alma hizo parte del programa de asistencia de Ixqik, Asociación de Mujeres de Petén, que acompaña a las sobrevivientes de violencia con un equipo interdisciplinario de asesoría legal, emocional, médica, liderazgo y generación de ingresos.

“Sentí confianza en mí misma. Me animé a aprender cosas nuevas y liderar”, relata. Participó en una capacitación de ahorro comunitario y se animó a crear un grupo con las mujeres de su aldea. “Jamás me hubiera imaginado hacer eso antes”, afirma entre sonrisas.

 

El grupo cumple ya dos años y cuenta con ocho participantes, quienes se reúnen cada mes. Funciona a través de consensos y por votación decidieron que Alma fuera la presidenta.

Hoy en día es la diseñadora principal de los trajes de gala de su aldea y apoya a las demás a cumplir sus sueños. “La independencia económica hace que las mujeres puedan hacer cualquier cosa que se propongan”, dice con convicción.