A finales del primer trimestre, los desafíos que enfrentaban los países MIRPS se exacerbaron a raíz de la pandemia por COVID-19. Según la OPS, cinco de los diez países con el mayor número de casos de COVID-19 se encontraban en las Américas para el mes de junio. En este contexto, las personas solicitantes de asilo, refugiadas, desplazadas internas y personas retornadas con necesidades de protección se enfrentaron a nuevos riesgos para su salud, seguridad, acceso a derechos y resiliencia. Los países del MIRPS lideraron sus respuestas nacionales bajo la premisa fundamental de que la respuesta a la pandemia por la COVID-19 debe llegar a todas las personas, incluidas las personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas y retornadas con necesidades de protección. En este sentido, cada equipo técnico realizó una evaluación de sus compromisos nacionales, estableciendo prioridades para el uso de sus recursos limitados y la focalización de esfuerzos. La Presidencia pro tempore impulsó la incorporación de nuevos socios y promovió las colaboraciones con donantes interesados en apoyar financiera, técnica y materialmente las necesidades de los países MIRPS en el cumplimiento de sus compromisos nacionales e internacionales.